Título*: | Trotamundos |
Autor*: | Enrique Campos |
Tema*: | Cuentos de terror |
En el año 2034, la Tierra, el planeta perfecto para el hábitat del ser humano, había sido contaminada con un virus tan poderoso que obligó a la población superviviente a vivir bajo el suelo. La Tierra casi no era capaz de albergar vida, era un mundo desértico con miles de ciudades abandonadas. El aire estaba contaminado por un virus letal, por lo tanto, todo ser vivo que necesitara oxígeno para sobrevivir, estaba condenado a morir...
El virus había matado a casi todos los seres vivos, excepto un grupo de humanos que habían conseguido esconderse y sobrevivir en una parte subterránea del metro de Madrid. Todo ello, gracias a un grupo de personas que ya preveían que iba a propagarse el virus. Entre esas personas supervivientes se encontraban una pareja de novios que se llamaban Fran y Ana.
Todo comenzó un viernes del mes de Julio. Fran y Ana eran una pareja de novios, jóvenes, y extremeños, con 23 años y con ganas de comerse el mundo. Antes de que se supiera nada del virus, la pareja fueron a pasar un fin de semana de vacaciones a Madrid para ver el famoso musical del Rey León. Al segundo día de estancia en Madrid, la pareja fue a coger el metro para asistir al musical. Una vez dentro de la estación de metro, un grupo de personas con un aspecto siniestro, desaliñado y con malos modales detuvieron a la pareja y a todas las personas que en ese momento se encontraban en esa estación del metro. Les obligaron a agacharse y ponerse en el centro de la estación. Una de esas personas, dio una orden y presionaron un botón de un mando a distancia que tenía guardado un pequeño maletín. De pronto, empezaron a detonar una serie de explosivos colocados estratégicamente en todas las salidas de aquella estación del metro. Se desplomaron por completo, dejando atrapados a todas las personas.
La oscuridad se adueñó de aquel sitio. El grupo de personas que hicieron estallar los explosivos sacaron linternas para iluminar aquella estación. A voces, ordenaron que todo el mundo permaneciera en sus sitios. Sacaron pistolas del calibre 45 y empezaron a disparar al techo para intimidar a todas las personas que se encontraban allí encerradas. Posteriormente, una de esas personas empezó a explicar lo que estaba sucediendo.
La persona que mandó a detonar las salidas de la estación era el líder de aquel grupo, se llamaba Dexter y representaba al Ejército de los 12 trotamundos. Explicó que son un grupo radical extremista católico que estaba desconformes con el orden político que existía en el mundo. Un mundo principalmente al poder de una elite que son quienes gobiernan el mundo a su antojo. Dicha elite se concentra en las multinacionales de petróleo y las farmacéuticas. Explicó que para solucionar este grave problema solo había una solución, matar a casi todos los seres humanos y empezar de nuevo. Esa matanza se estaba ejecutando ahora mismo a través de un virus letal apodado Trotamundos que se estaba propagando por todo el mundo y que matará a todo ser vivo que exista en la Tierra, excepto a todos los seres humanos que se encontraban en esa estación subterránea sellada del metro de Madrid.
El Ejército de los 12 trotamundos siguió explicando que no tenía una solución para eliminar el virus de la Tierra, pero si una alternativa, escapar de la tierra y empezar una nueva vida. A cambio, les pidieron a todos los elegidos que estaban en esa estación que fueran colaboradores para llevar a cabo el plan. La primera norma era obedecer a cualquier orden de cualquier miembro del Ejército de los 12 trotamundos y la segunda norma era no preguntar nada. Especificaron que cualquier persona que no fuera colaboradora, seria eliminada.
Fran, Ana y todas aquellas personas se quedaron paralizados sin saber qué hacer, excepto un hombre de unos 60 años, llamado Ambrosio, se levantó y se reveló de manera violenta contra el Ejército de los 12 trotamundos, pidiendo explicaciones y llamándoles locos. Uno de los miembros, sin pensárselo dos veces, disparó al hombre en la sien matándolo al instante. Todas las personas allí encerradas comprobaron que iban enserio.
Empezaron a pasar los días en la estación. Fran y Ana empezaron a descubrir que guardaban comida, agua y una serie de trajes herméticos apilados que nadie usaba y empezaron a pensar que iban a pasar allí mucho tiempo. Todos obedecían y convivían de manera pacífica por miedo a que les dispararan.
Pasaron los primeros tres meses sin ningún altercado. El grupo de personas y la pareja de novios convivían por una parte y el Ejército de los 12 trotamundos, por otra parte. Empezaba a escasear la comida y el agua. Nadie sabía todavía que hacían allí encerrados y si el supuesto virus existía y había arrasado toda vida en la Tierra.
Una vez pasados cinco meses encerrados en aquella estación del metro, murieron dos personas por neumonía, un hombre llamado Juan de unos 50 años y un niño llamado Pedro de 15 años. No había medicinas. Todavía no sabían que hacían allí.
Fran y Ana, desesperados, empezaron a pensar un plan. Se dieron cuenta que los miembros del Ejército de los 12 trotamundos obedecían ordenes exclusivamente de Dexter y pensaron que eliminando a Dexter, posiblemente rompería el Ejército de los 12 trotamundos. Por las noches, sin que nadie los escuchara, planeaban la manera de hacerlo. Después de tres noches, consiguieron trazar el plan objetivo. Juanfri, otra persona más atrapada en la estación. En todos esos meses que estuvieron encerrados, Juanfri era la única persona que no se hablaba con nadie, siempre estaba separado de las personas. Ana pensó que podrían confiar en Juanfri. Fue a hablar con él para contarle el plan. Juanfri con mucho miedo acepto y se unió a ellos.
Se dieron cuenta que todas las noches se quedaba un miembro al azar del Ejercito de los 12 trotamundos vigilando a las demás personas. La mayoría de las veces el vigilante se dormía. El plan trababa que una vez que se pusiera Dexter de vigilante, Fran y Juanfri iría sigilosamente a quitarle el arma y, con toda la rapidez y frialdad posible, dispararle con su arma. Fran tenía mucho miedo pero no le quedaba otra. Ellos querían salir de allí como fuese, estaban desesperados. La mayoría de las personas estaban enfermas, sobre todo, por enfermedades dermatológicas al no recibir sol y estomacales al no comer comida en buen estado.
A la noche siguiente, Dexter le tocaba de vigilante. Fran y Juanfri no perdieron la oportunidad y esperaron a que se durmiera. Una vez se durmió, se fueron arrastrando sigilosamente hasta donde se encontraba Dexter. Tardaron un cuarto de hora en llegar ya que no querían hacer ruido. Una vez allí, se levantaron y sincronizados, Fran le cogió la pistola y Juanfri le tap la boca para que no gritara. Fran le apunto a la cabeza con su arma y se quedó paralizado del miedo, no era capaz de disparar. Pensó en lo que se jugaban, pensó en su novia Ana y en todas las personas inocentes que estaban en la estación encerradas y le entro fuerzas para hacerlo. Justo cuando estaba apretando el gatillo, empezó a sonar un walkie talkie que tenía Dexter con una voz que lo llamaba. Fran se quedó confuso, ya que llevaban más de seis meses sin escuchar nada del exterior. Decidió bajar la pistola y Dexter, enfurecido se la quitó.
Por el walkie hablaba un hombre que se hacía llamar Jackson. Dexter respondió con una especie de contraseña y Jackson le dijo que ya era el momento. Dexter se dio la vuelta, despertó a toda la estación a voces y explico lo que iba a suceder.
Volvió a repetir que el Ejército de los 12 trotamundos había creado el virus Trotamundos para eliminar a casi toda la raza humana. Posteriormente, explico que además de esta estación, había un complejo llamado Área 15 donde residía parte del Ejército de los 12 Trotamundos. Era un bunker hermético y estaban protegidos contra el virus. Ellos elaboraron allí el virus y además, investigaban de manera secreta el fenómeno de la teletransportación. Sin decir nada más, Dexter mando a toda la estación a que se pusieran los trajes de protección que guardaban allí. Posteriormente abrieron un hueco en la salida derrumbada y salieron a la superficie.
El paisaje era asolador, estaba todo lleno de cadáveres humanos, además de animales y vegetación sin vida. Todos siguieron a Dexter perplejos, se montaron en un autobús con dirección al Área 15.
Una vez llegaron al Área 15 entraron en una especie de bunker oculto bajo tierra. En una habitación hermética se desinfectaron y pudieron quitarse los trajes. Un científico muy prestigioso llamado Doctor Alfonso se presentó a todos los supervivientes del metro. Explico que habían creado una mquina de teletransportación en pruebas y que estaba configurada para llevarnos a un planeta nuevo llamado Keppler- 22b. Un planeta a 600 años luz muy parecido a la Tierra donde podemos empezar una nueva vida. La máquina de teletransportación nunca había sido usada, pero el científico afirmaba que estaba configurada perfectamente para llevarnos al planeta Keppler- 22b.
Doctor Alfonso encendió la máquina y Dexter ordenó que fueran pasando uno por uno. La máquina era una especie de arco que contenía una especie de barrera semi invisible azulada. Fran y Ana no querían pasar, pero no les quedaba otra ya que el planeta Tierra estaba muerto. Empezaron a pasar las primeras personas. Se veían como desaparecían en aquella barrera azulada y no se volvía a saber nada de ellos. Una vez pararon tres personas, le tocaba el turno a Ana. Fran muy nervioso, supo guardar la compostura para no contagiar a Ana su nerviosismo. Fran le dio un beso, un pequeño abrazo y sin mirar atrás, Ana empezó a andar hacia la máquina y desapareció una vez que tocó la barrera azulada. Posteriormente le tocaba a Fran. Fran cogió respiración y se motivó pensando que Ana estaba en el otro lado esperndole con los brazos abiertos. De pronto hecho a correr hacia la máquina, cerró los ojos, cogió aire y atravesó la barrera azulada desapareciendo. Fran sintió como un escalofrió al instante, siguió aguantando la respiración, contó 5 segundos y abrió los ojos. No se lo podía creer, estaba flotando en mitad del espacio. Miró a su derecha y vio cuatro cadáveres flotando, el cadáver más cercano lo pudo reconocer, era su novia Ana. Estaba muerta. Miró rápidamente hacia la izquierda y vio un planeta verde con pequeños puntos que se movían. El planeta estaba habitado. Empezó a ver borroso ya que no podía aguantar más la respiración. Volvió a mirar hacia la izquierda y vio al cadáver de Ana acercándose hasta que chocó con Fran. Expiró todo el aire que tenía guardado, con un último esfuerzo, cogió el Ana por la mano, la abrazo y murió.
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